Monday, 17 March 2014

Las múltiples caras del culo

DISCLAIMER: El post de hoy es fruto de uno de esos domingos primaverales en que bajo las persianas para sumergirme en un olvido procrastinador y mentalizarme para la semana siguiente.  Uno de esos domingos que no afronto con una caña en La Latina.

Mi estado mental  me ha hecho reflexionar sobre las múltiples facetas lingüísticas del culo, o mejor dicho, de “culo”. Pocas palabras hay tan polivalentes como esa en español, lo cual no extraña dado que lo escatológico suele ser un pozo desde el cual extraer abundantes giros. Ya la definición de la palabra en el DRAE resulta hilarante al decir en su primera acepción “conjunto de dos nalgas”. ¿Se imaginará alguien un culo con más de dos? 

Pero es sobre todo en las expresiones que contienen la palabra donde se explora la metáfora hasta sus límites más inesperados. Hay culos móviles: así que podemos ser en español un culo de mal asiento (culo viajero), o una persona que ninguna dificultad tiene para mover el culo (culo fitness), y tanto mover el culo a veces puede hacer que nos encontremos en el culo del mundo (culo lejano).  Algo nos puede ir de culo cuando va marcha atrás (culo reverso) o cuando va mal (culo adverso).

También existen culos más obscenos entre los cuales destaca el culo receptor por el que se da y toma en un acto sexual (culo anal, valga la redundancia) o fastidiando a alguien (culo cansino) (o siendo a pain in the arse) hasta que uno esté hasta el culo (culo superávit). Además, está el culo vulnerable que se nos queda al aire (culo ventilado y desamparado), lo cual a veces nos puede obligar a lamerle el culo a alguien (culo adulador). El culo contenedor es por donde podemos solicitar que una persona se meta algún bien indeseado. Cabe recalcar que el culo obsceno anal descrito con anterioridad se convierte a veces en lejano por ser equivalentes las expresiones a tomar por culo (culo distante-obsceno) y en el culo del mundo (distante a secas). Por fin, se dan también culos aritméticos rellenos del número 5 y un sinfín más.

Y que la guindilla sobre ese pastel fraseológico sea una de mis expresiones favoritas inglesas: I don't give a rat's arse!, con el poderoso significado de Me importa un pepino.. o un culo de rata (culo roedor). Como probablemente este artículo a la mayoría de los lectores (si es que llega a haber alguno).

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