Saturday, 25 January 2014

Miss Word: Las palabras más bellas del castellano (II)

En el artículo anterior hablaba de las palabras del año en la lengua inglesa. La riqueza de rankings en el mundo anglófono parece no hallar un equivalente en el área hispánica. Un simple rastreo en Google remite a una serie de páginas acerca de la palabra escrache, el vocablo del año 2013 según la Fundéu del BBVA. Esta palabra con origen rioplatense se refiere a las manifestaciones de protesta delante de domicilios de los gobernantes y no figura en el DRAE, aunque sí está registrado su derivado verbal “escrachar”  ('romper, destruir, aplastar'; 'fotografiar a una persona'). Es curiosa su etimología, o más bien, las numerosas teorías acerca de ella que parten del italiano schiacciare ‘aplastar’, el genovés scrâcca ‘escupir’ que llegarían al español a través del lunfardo. A algunos no se les escapa tampoco el parecido con el verbo inglés scratch ‘rascar, rasgar’.

El escrache, similarmente a lo habíamos visto en el caso del inglés, es una palabra popularizada por los acontecimientos políticos y sociales. Sin embargo, el listado original comprendía otros interesantes términos entre los que elegir como: wasapear, autofoto (‘selfie’), meme, bosón, expapa, al lado del, por desgracia, copago, emprender, ere, austericidio. Y por desgracia no sólo por lo que suponen los referentes a nivel socioeconómico, sino sobre todo porque los términos se han apoderado de esta encomiable iniciativa de concurso mientras que la lengua castellana dispone de tantas otras voces de une belleza indescriptible. Es verdad: austericidio se sale un tanto del tedio gracias a su semiingeniosidad morfológica y cholismo supera mis capacidades interpretativas dado que no soy avezado en deportes. Pero incluir entre las candidatas  la palabra ere es un atentado contra todo sentimiento de estética y dignidad lingüística.

Curiosamente, cierta falta de imaginación lingüística también ha sido partícipe de la elección de la palabra más bella del castellano por la Escuela de Escritores en el año 2006 cuando la ganadora fue amor. Por muy de acuerdo que esté con la belleza inherente del concepto, la palabra amor no puede ser, para el servidor, la palabra más bella del español por trillada y poco original. La falta de imaginación de los votantes la corroboran las palabras que siguen: libertad, paz, vida y, qué alivio, azahar, una pizca de fantasía.

Qué bonita parece, al lado de esta, la iniciativa de apadrinar palabras que caen en desuso de la misma Escuela de Lectores, donde algunos han intentado salvaguardar tesoros léxicos como alféizar, cachivache, hogaño, cáspita y otros términos que no domino, pero de cuya hermosura y utilizad estoy profundamente convencido.

Por todo lo expuesto hasta este punto, me inclino por el concurso organizado por el Instituto Cervantes con motivo del Día E. Todos los que guardamos alguna relación con la villa de Madrid nos acordaremos seguramente de los globos con palabras que estuvieron durante un prolongado tiempo adornando la fachada del edificio del Instituto. Cachivache lucía orgulloso entre otros términos interesantes. La palabra ganadora del concurso convocado en 2011 fue Querétaro, un bello y esdrújulo nombre de una ciudad mexicana propuesta por el actor Gael García Bernal, quien despliega sus concpetos lingüísticos de a pie en este vídeo.



No puedo no admirar la e prétonica reducida a la mexicana en la primera pronunciación de palabra por Gael. Asismismo. Asimismo, recomiendo fervientemente que tomen un tiempo para ver los demás vídeos, aunque sólo Shakira nos propone la original meliflua con su voz de las misma características; los demás no se escapan del tedio, por elucubrar sobre los conceptos en vez de gozar del sonido y la grafía u, otra vez, nos brindan amores, sentimientos, alegrías y libertades anodinos. No me extraña que ganara Quéretaro por aportar un tanto de frescura.

Para mencionar algunas palabras favoritas mías como zozobra, zurcir, desasosiego, murciélago, nocturnidad y, obviamente, el sempiterno cabrahigar, vocablo aprendido hace años grabado con mucha fuerza en mi mente que aunque no haya sido jamás testigo de su empleo ni soy un usuario asiduo personalmente, salvo en situaciones particulares, considero de una belleza absurda e inequiparable (fíjense en la hermosa tilde de cabrahígues). (Casi) todas as voces que encabezan mi listado destacan por sus cualidades estéticas y/o su baja frecuencia de uso. Y desde luego a través del signifiant que el signifié. Igual por deformación profesional. Igual porque no identifico la pregunta sobre “la palabra  más bella” con una sobre “el concepto más bella”. En mi humilde opinión, saussurianamente hablando, una bella palabra debería conjugar la hermosura del significado y del significante, y el segundo tiene que despertar algún tipo de interés.

Picado por la curiosidad acerca de los motivos que guía a las personas a la hora de elegir sus palabras favoritas o las que estiman más bellas, he conducido una pequeña encuesta en mi perfil del Facebook. Hasta ahora los resultados han sido más que satisfactorios e instructivos: sexo, ojizarco, gilipollez, petulante, ronroneo, libélula, abanto, nimiedad, espídico, parranda, tiquismiquis... ¿A qué son todas más atrayentes que amor? Ahora, sin conclusión alguna y consciente de la subjetividad de toda esta empresa, abandono. De momento.

¿Y ustedes? ¿Cuáles son sus palabras favoritas en castellano? Por la razón que sea.

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